Los versos del Padre Agustín.







Agustín Nores Bas

El tío Agustín era sacerdote de la Compañia de Jesús. A los 16 años, entró al Noviciado en Córdoba, continuando sus estudios eclesiásticos en Buenos Aires y España, donde recibio el sacerdocio en 1901.  A su regreso al país se radicó en Buenos Aires, dedicado a la docencia en el Seminario de Villa Devoto y colaborando como Vicario Cooperador en la parroquia de la comarca. Además de estas actividades, Agustín se entregó de alma a la enseñanza religiosa en las escuelas de su zona y cuando en verano las escuelas cerraban, se trasladaba a las sierras de Córdoba donde continuaba con su obra. Su abuelo materno era dueño de una estancia en la “Falda de Quiñones” situada en las cercanías de la Iglesia Jesuítica de Alta Gracia. En esta estancia existía una capilla que era atendida por su madre y en donde Agustín ofrecía misa los domingos. En esta, su querida capilla dedicada a la Virgen del Carmen, reposan los restos del tío Agustín que murió en 1938 a los 69 años. Un aspecto poco conocido de la vida del Padre Agustín es que era poeta. Hace un tiempo, Jose Manuel Moyano Nores, uno de sus sobrino nietos, me contó que Agustín escribió muchos versos inspirados en sus sierras cordobesas. Aunque su obra fue publicada poco antes de fallecer,  previamente hizo una pequeña edición familiar que llegó hasta nuestros días. En hojas escritas a máquina plasmó sus versos y él mismo las encuaderno, repartiendo los libritos entre sus parientes. José Manuel conserva uno de estos “incunables” del Tio Agustín que heredó de su madre Inés Nores Moyano y me mandó las fotos que acompañan a este relato. Uno de los versos habla de su querida Alta Gracia y el otro es una reivindicación de sus admirados Jesuitas, tan injustamente expulsados de América por la Corona Española en 1767.









El librito de los versos: Dedicatoria y dos páginas de esta reliquia familiar, un "incunable" que ya tiene más de 100 años.



En 1931, Agustín publicó el libro “ALTA GRACIA ANTIGUA” que recoge los poemas escritos a lo largo de su vida. Tomas Nores Caballero tenía dos de esos libros y hace unos años donó uno de ellos a la biblioteca de la Iglesia Jesuítica de Alta Gracia donde se puede consultar. Del otro libro, dedicado a su padre, proceden las fotos que se muestran abajo.




Caratula y primeras hojas del libro de poemas del Padre Agustín. Está dedicado a su sobrino Ignacio (Nacho Nores Moyano) con fecha 22/3/34. Ligeramente modificado está el poema a su querida Alta Gracia ya presente en el “incunable”.