Las tres monjas.
Teresa Nores Bas, Manuela Nores Bas y Ana Rivero Nores
Cuenta la leyenda que en su adolescencia, la bisabuela Manuela quería ser monja pero por su temprana sordera no la aceptaron en la Congregación del Huerto. Aunque en ella no pudo ser, su inclinación religiosa fue transmitida a dos de sus hijas y a una nieta que la pudieron realizar y fueron admitidas en la Congregación.

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